Nace una gloria ...

Vino desde sus pagos, a hacer historia, historia de 3 grado, ya que un huracan, voló la única escuela en esa localidad y termino sus estudios en otra ciudad. De chiquito, él quizo ser grande, por eso tomó el desafío de venirse a la ciudad de La Plata.
Fanatico del pato (deporte tardicional del país), de chico por una lesión no pudo representar a su club y por ello se oriento al futbol, lo que lo marcó como jugador " ... nunca pude borrar de mi retina y recuerdos, la vez primera que vi tirar la bicicleta a Saturno (ídolo de chico, tiene un posters en su habitacíon de aquella gloria, declara el astro).
Cuando el quizo emular la bicicleta de Saturno, se enganchó los pies en los pedales, es aun hoy una jugada que está perfeccionando.

Su Historia y vida futbolistica:

- Se inicio en Deportivo Tute Carreta, obteniendo su primer partido como titular cuando sus compañeros se intoxicaron con una mayonesa contaminada y se agarraron salmonela. Como se intoxicó todo el equipo, no puedieron presentarse a jugar, pero en la planilla del partido figuró entre los titulares.

- Luego, jugó en el Club "Los últimos Radicales" de Chascomús, equipo el cual llevaba menos publico que los testigos de Jeová. Pero, aquí si fue titular, titular en un aviso de diarió local, en la sección de ventas, ya que había publicado un tiki taka para vender.

- Hoy en la actualidad , mientras busca llegar a las 1000 cagadas, se entrena con un preparador físico personal, en la rambla de 32. Tiene varias ofertas, ofertas para que se retire definitivamente del futbol, pero los demás clubes lo motivan a que continue en gimnasia.

Poesía, futbol y cagadas¡¡¡

Noche, lluvia, playa, no culpes a tus ojos, será que no me amas. Desde ese pelusita, de potrero, embarrado emulando a un cara sucia, corrió por vez primera hacia una bola desmenuzada de lanas y ropaje, de telas que su madre tiraba en su galpón de migrantes y sueños perdidos, de identidades que nunca fueron o si lo fueron, pero ya no lo son. Ruidos de antaños que solo vagan en la mente solo cuando no podemos dormir. Barcos, tierra y hambre son palabras que balbuceava su abuelo, mientras arroja más carbón, a esa embarcación sin horizonte, buscando otros lares en donde derramar lagrimas. Pero, ese nieto, arrojado, arrogante y de gambeta endiablada, solo pudo recuperar la memoria de los suyos, entre botines y barro, entre medias a medio romper y esperanzas eternas. Futbol, domingo y un cinzano con el viejo. Nunca olvidaré, mi primer tribuna, con las manos frías sin poder aplaudir, toque gambeta del otro equipo, el grito de uuuuuuuuuuuuuuuuuu, la salida con el orto en la mano, cagados de frio, y con la boca a ansia de gol. Pero los años, que me vieron, la ñata contra el alambrado por querer escaparme de esa cancha, me darían la posbilidad de ser protagonista. Ahora, tampoco me aplauden, me putean, las manos las tengo en forma de plegaria, cuantas mas cagadas me mandaré?, la gente impaciente me grita retirate, y en mi mente, un silencio que se irrumpe con un grito ESTAS CERCA de las 1000 cagadas, un record que antes tenia Sodero. Pero yo, entre mis labios suspiro, pero miraron la linea de 4 que tenermos¡¡¡¡, El topito, me dice en esa charla a olor a vestuario, "bueno chicos el equipo de enfrente, es duro, dificil, tiene llegada al gol, buenos jugadores, pelotazo al arco de seguro es gol ...", y esas palabras se clavan en mi pecho frio, me dan esperanza, y salgo al cotejo, rozando mis manitas en ese pasto de mierda, gastado por los 45 partidos que se juegan entre semana, un cancha rapida improvisada me espera, a llegar a esa ansiada cagada numero 1000. Mis compañeros me seducen, con su juego impropio, y juega en mimente a cada noche, una jugada calcada, recurrente a lo froidiano: ¡Es mía¡ salgo como tromba, corro a campo desnudo, cierro los ojos y los cantos, y al abrir mis ojos, mi semblante se estremce, se me entumece el orto, y veo como no pateo la pelota, sino la pierna de mi compañero, pica la pelota, me pasa por encima, y ya esta consumado, mi cagada numero 1000. pero es un sueño, la vigilia se toma revancha de mi cada dia, pero estoy por llegar, esperen seré historia.

Alejandro Apo 1997, Anteojito pp 315 en "pegale de punta la concha de tu hermana" El libro Que enfermedad de mierda.